Camí de Cavalls: cuatro rutas para conocer los paisajes geológicos de Menorca

Salir de excursión por el Camí de Cavalls nos permite no solo descubrir rincones sorprendentes de la cosa menorquina, sinó también admirar la complejidad de los paisajes geológicos de la isla.

La isla de Menorca, la más antigua del archipiélago balear, presenta una gran diversidad geológica que condiciona la existencia de cuatro paisajes geológicos muy diferentes y caracterizados por el color de las rocas y el relieve que originan.

Por una parte, está la Menorca blanca, que se corresponde con las formaciones del Mioceno y engloba todo el sur de la isla. Por otra, están la Menorca oscura, la roja y la gris, que son las zonas geológicas más antiguas y se distribuyen irregularmente por la plataforma septentrional.

En este artículo os proponemos cuatro tramos del Camí de Cavalls que os permitirán apreciar las singularidades geológicas de Menorca.

Etapa 17 del Camí de Cavalls: la Menorca blanca

DE CALA EN PORTER A BINISSAFÚLLER
Dificultad: Baja
Duración: 4 h
Más info: Etapa 17 del Camí de Cavalls
Esta etapa del Camí de Cavalls nos llevará desde Cala en Porter hasta Binissafúller, pasando por varios barrancos, como el de Calescoves, Es Canutells o Biniparratx. Forma parte de «la Menorca blanca» y su roca predominante es la más típica de Menorca, el marès del mioceno. En este tramo encontramos grandes acantilados de interés geológico.

Empezaremos la ruta atravesando la urbanización de Cala en Porter para llegar al barranco de Calescoves. A pesar de que el camino no pasa por la cala, merece la pena acercarse y admirar la belleza de este paraje natural. Recorridos un par de kilómetros llegaremos a un nuevo barranco, el de Canutells, más pequeño que el anterior. De Canutells a Cala en Porter se identifica una potente duna afectada por una intensa explotación antrópica.

Después de dejar atrás la urbanización cruzaremos un tramo asfaltado, para entrar en una zona de relevo más bajo, caracterizada por un terreno que combina pastos, cultivos y pequeños bosques de acebuches. Finalmente, pasaremos por el barranco de Biniparratx y acabaremos la etapa en la playa de Binissafúller, dejando atrás el Caló Blanc, una de las playas más pequeñas de Menorca.

Etapa 6 del Camí de Cavalls: la Menorca roja

DE BINIMEL·LÀ A ETS ALOCS
Dificultad: Alta
Duración: 4 horas
Más info: Etapa 6 del Camí de Cavalls
Se trata de la ruta más dura del Camí de Cavalls. Transcurre por paisajes abruptos y no cuenta con ningún servicio, pero también es una de las más espectaculares. Esta zona representa uno de los lugares de mayor complejidad e interés geológico de Menorca. Está constituida por materiales del Paleozoico, con una gran variabilidad de rocas, que han sido sedimentadas en varias ocasiones. La parte de mayor interés se concentra entre Binimel·là y Pregonda.

Así pues, partiremos de la playa de Binimel·là para llegar 20 minutos después a la mágica Cala Pregonda. Merece la pena hacer una parada, aunque solo sea para hacer una foto de la playa inmortalizada por Mike Oldfield en la portada del disco Incantations. Retomaremos la ruta para llegar media hora más tarde a Cala Barril. Hasta aquí el camino es medianamente fácil. Llegados a este punto empieza a presentar desniveles y algunos tramos que nos dejarán sin aliento. Pero el esfuerzo merece la pena. Podremos refrescarnos a Cala en Calderer antes de afrontar el último tramo hasta Ets Alocs. Otro tramo destacado para conocer «la Menorca roja» es el que va de Cala Pilar a Algaiarens. Lo descubriréis en la etapa 7 del Camí de Cavalls.

Etapa 4 del CdC: la Menorca gris

DE ARENAL D’EN CASTELL A CALA TIRANT
Dificultad: fácil
Duración: 4 h
Más info: Etapa 4 del Camí de Cavalls
Los paisajes de «la Menorca gris» son los más irregulares de la costa norte. Un buen ejemplo lo encontramos en el tramo del Camí de Cavalls que discurre entre Arenal d’en Castell y Cala Tirant. En el extremo occidental de la playa de Arenal d’en Castell localizamos espectaculares formaciones geológicas del Triásico intensamente plegadas, con nódulos de sílex y restos fósiles.

Seguimos la ruta por la costa hasta llegar a Arenal de Son Saura, una playa amplia y espaciosa, de arena blanca y aguas cristalinas, que cuenta con uno de los sistemas dunares más espectaculares de Menorca. Continuaremos la ruta por los bosques de la zona de la Albufera des Comte, una finca de un gran valor natural, y llegaremos a Cala Roja y Cala Blanca, en la bahía de Fornells.

Después pasaremos por los restos de la basílica paleocristiana del Cap des Port y nos encontraremos con las Salinas de Fornells, construidas por los británicos en el siglo XVIII y cuya actividad se ha recuperado en los últimos años. El tramo final de este recorrido por el Camí de Cavalls hasta llegar a Cala Tirant se tiene que hacer por carretera. Cerca de Cala Tirant, en el Macar Petit, se encuentran las formaciones más antiguas de Balears, con cerca de 410 millones de años. Esta zona, sin embargo, ya se considera «Menorca oscura».

Etapa 2 del CdC: la Menorca oscura

DE ES GRAU A FAVÀRITX
Dificultad: mediana
Duración: 3 h 30 min
Más info: Etapa 2 del Camí de Cavalls
Con la denominación «Menorca oscura» se conocen las zonas más antiguas de la isla de Menorca. Además de Cala Tirant, Favàritx también concentra algunos de los afloramientos más antiguos y singulares del archipiélago balear. Es considerada, de hecho, una de las zonas más interesantes desde un punto de vista geológico.

Esta excursión por el Camí de Cavalls empieza en el Parque Natural de la Albufera des Grau, el corazón de la Reserva de Biosfera. Durante la primera parte, el camino nos permitirá descubrir la Albufera des Grau, el principal humedal de la isla y un lugar privilegiado para la observación de aves. Avanzaremos por la costa dejando atrás las calas de Tamarells, Sa Torreta, Tortuga o Presili hasta llegar a Favàritx.

Favàritx es, precisamente, el uno de los puntos de mayor interés geológico de la isla. A la singularidad de las formaciones se suma la fuerte salinización de la superficie, que no permite el desarrollo de vegetación destacale, lo que provoca que la roca luzca con todo su esplendor. El origen de estas formaciones se debe a una serie de desprendimientos de sedimentos que se depositaron y formaron deltas en las profundidades marinas durante el Carbonífero, hace 350 y 300 millones de años.