Qué ver en Sant Lluís: de ruta por el pueblo blanco de Menorca

El color blanco tan típico de Menorca gana aún más presencia en Sant Lluís. Orden y equilibrio definen la arquitectura y el entramado urbano de este pequeño pueblo de origen francés, fundado en 1761 con el nombre del entonces rey Luis XV.

A pesar de tener el triste privilegio de ser el tramo más urbanizado del litoral menorquín, la estética marinera de algunas de sus urbanizaciones confiere un aire tradicional a la costa de Sant Lluís. Es el caso de Binibèquer Vell, Cala Torret o Biniancolla.

El fuerte impacto del turismo ha podido desdibujar un poco el talante de los «lluïsers», como se conoce a sus habitantes, pero entidades como Sa Vessa Mos Fot ejercen de guardianas y comparten una manera muy propia de entender la vida menorquina. Muestra de esta resistencia es también la afición que se mantiene por el Joc de Sa Bolla, un juego similar a la petanca cuyo origen se remonta a la dominación francesa (1756-1773).

Los principales atractivos del centro urbano

IGLESIA DE SANT LLUÍS Y PLA DE SA CREU
La iglesia es el germen del pueblo de Sant Lluís. Construida a finales del siglo XVIII, es un claro ejemplo de la corriente neoclasicista que reinaba en la época. Está situada en el Pla de Sa Creu, justo enfrente del Ayuntamiento. En el centro de la plaza hay un monolito que ordenó colocar el Conde de Lannion, gobernador de Menorca, en honor a Lluis XV. en su fachada se puede leer una inscripción que hace referencia al origen francés del pueblo.

ES MOLÍ DE DALT
Situado a la entrada de Sant Lluís, este molino harinero de mediados del siglo XVIII se ha convertido en todo un icono de Sant Lluís. Actualmente acoge un museo etnológico, con utensilios y herramientas que nos transportan a la antigua vida en el campo. El mismo municipio también tiene el Molí de Baix que complementaba la actividad harinera del municipio.

A las afueras de Sant Lluís

BINIBÈQUER VELL
Este pequeño núcleo turístico de Sant Lluís es uno de los lugares con más atractivo de Menorca. Completamente encalado y de formas y perfiles similares a los pueblos de las islas griegas, sus calles estrechísimas, repletas de escalones y vueltas, piden silencio. Podríamos pensar por su entramado urbano y la arquitectura de sus casas que se trata de un pueblo con historia. Nada más lejos de la realidad. Fue construido entre 1964 y 1968 a partir del proyecto de los arquitectos Javier Barba Corsini y Antoni Sintes. Sea como fuere, nadie puede sacarle la condición de símbolo menorquín y mediterráneo.

LAS ZONAS RURALES
Uno de los atractivos de Sant Lluís son sus núcleos rurales. Pasear a pie o en bicicleta por Pou Nou, Torret, Es Consell o S’Ullastrar te permite admirar todos los elementos del mundo rural menorquín: paredes de piedra seca, casas típicas encaladas, barreras de madera…

BODEGAS BINIFADET
Bodegas Binifadet fue una de las primeras bodegas en elaborar vino con indicación geográfica Vi de la Terra Illa de Menorca. Abrió al público en el 2004 pero fue en 1979 cuando se plantaron las primeras viñas. Con el paso de los años se ha convertido en todo un referente del mundo del vino y de la gastronomía en Menorca.