Con cerca de 10.000 habitantes, Alaior es el tercer municipio más poblado de la isla. Fundado en 1304 por orden del rey Jaume II de Mallorca en el lugar donde se hallaba la alquería musulmana de Ihalor, a lo largo de la historia Alaior ha jugado el papel de mediador entre Maó y Ciutadella. En la actualidad, Alaior se caracteriza por su economía equilibrada, que destaca por el peso de la industria, especialmente la relacionada con el calzado y el sector agroalimentario. En su núcleo antiguo, que conserva el encanto de la villa medieval, destacan edificios como el convento de Sant Diego, la iglesia de Santa Eulàlia, el Ayuntamiento o Can Salort.
Los imprescindibles
Hasta ocho molinos de viento harineros encontraréis a lo largo del skyline de Alaior, uno de los testimonios de la importancia del sector primario en Menorca.
Alaior cuenta con diversas empresas elaboradoras y curadoras de queso con denominación de origen, como COINGA, el mayor centro de producción quesero de la isla.
La Menorquina revolucionó el mundo de la pastelería helada a escala nacional. No perdáis la oportunidad de probar el sabor original de los helados Coyote o 57.
El pueblo de Alaior se extiende alrededor de uno los templos eclesiásticos más monumentales de la isla: Santa Eulàlia. Visitad esta joya que preside Alaior desde su punto más alto.
La Cova d’en Xoroi no es solo un lugar de leyendas, es también el único bar de copas ubicado en una cueva en pleno acantilado. Música en directo y unas puestas de sol de escándalo.
La majestuosidad de Alaior es innegable, a pesar de la burla que se pueda hacer de sus habitantes y de las cuestas que levantan el pueblo.