Convento de San Diego y Pati de sa Lluna

El Convento de San Diego y el Pati de sa Lluna continúan su camino para llegar a convertirse en uno de los espacios culturales más relevantes de Menorca.

En estos últimos años, el antiguo complejo franciscano de Alaior ha recibido las últimas inversiones para recuperar el valor arquitectónico y artístico original y albergar nuevos usos, como el Centro de Gastronomía Menorquina.

Para llegar hasta aquí han tenido que pasar cuatro siglos e intercalarse diferentes usos.

Empezamos por el principio. En 1629 la orden religiosa de los franciscanos fundó esta nueva sede, consagrada a San Diego, en Alaior. El conjunto arquitectónico estaba formado por un convento, una iglesia y un claustro, este último conocido popularmente como el Pati de sa Lluna.

Entre sus tareas tenían la responsabilidad de predicar, confesar y enseñar gramática, un trabajo que desarrollaron hasta el 1835, año en que se aprobó la desamortización de Mendizábal y el Convento de San Diego dejó de ser propiedad de la iglesia.

El largo proceso para llegar a ser centro cultural de referencia

A partir de aquel momento, el edificio cambió de manos en varias ocasiones y acabó albergando diferentes usos, desde un cuartel militar hasta viviendas populares.

Estos nuevos usos fueron transformado y enmascarando la apariencia original hasta el punto de transformar sustancialmente la arquitectura original del edificio con el añadido de nuevos volúmenes al claustro.

El punto de inflexión no llegó hasta el 1993, cuando el Convento de San Diego y el Pati de sa Lluna fueron declarados Bien de Interés Cultural. Un año después, el 1994, se encontraron accidentalmente unas pinturas murales en una de las casas que ocupaban el claustro.

A partir de aquel momento el proceso para conseguir la titularidad pública del edificio, revertir los usos y recuperar su apariencia original se activó. Pero no es hasta el 2005 cuando el Govern de les Illes Balears hace efectiva la compra del edificio e inicia los trámites de su restauración.

Actualmente, el Convento de San Diego y el Pati de sa Lluna han recuperado la fisonomía original. Y no solo esto, sino que la intervención realizada en estos últimos años ha sacado a la luz un auténtico tesoro: las grisallas originales del convento barroco con cerca de 400 años de historia.

Las grisallas barrocas

Las grisallas son pinturas realizadas con diferentes tonos de gris, blanco y negro imitando relevos escultóricos o recreando espacios arquitectónicos. En el caso del Convento de San Diego y Pati de sa Lluna, representan historias y personajes vinculados a la orden de los franciscanos.

Escondidas durante muchos años bajo capas de pintura y elementos arquitectónicos superpuestos, las grisallas han empezado a ver la luz hace poco de tiempo gracias a los trabajos de restauración impulsados por el Govern balear con cargo al Impuesto de Turismo Sostenible.

El nuevo Centro Cultural Convent de Sant Diego

El Centro Cultural Convento de San Diego, que incluye la iglesia de San Diego y el claustro, conocido como Patio de su Lluna, está gestionado conjuntamente por el Govern, el Consell Insular de Menorca y el Ayuntamiento de Alaior.

Las obras de rehabilitación, restauración y musealización, han permitido que a la planta -1 se ubique una exposición que explica la historia del edificio, así como del aljibe. A la planta baja (0), el claustro, se llevan a cabo actividades culturales diversas y exposiciones temporales. A la primera planta hay dos exposiciones permanentes: «La esencia de Menorca», que acoge parte de la colección Llambies, adquirida por el Ayuntamiento y dedicada a la etnología menorquina, y la exposición «El calzado en Menorca: de la artesanía a la industria», un recorrido por la evolución de la manufactura del calzado, la elaboración de un zapato paso a paso, etc.

Finalmente, a la segunda planta se ubica el Centro de Cultura Gastronómica, que dispone de una cocina laboratorio y otra de demostración, un espacio de formación y pequeños espacios expositivos que muestran como se hace el queso, el pan, el figat y las porquejades.

El horario previsto de apertura al público es de martes a domingo, de 17.00 h a 21.00 h. La entrada al claustro es gratuita para todo el mundo, mientras que la entrada al convento de San Diego, es decir, en el interior del edificio, tendrá un coste de 5 €. Para residentes empadronados en el municipio de Alaior, la entrada al convento será gratuita hasta el 15 de agosto.