Ciutadella fue durante siglos la ciudad más importante de Menorca, y hasta la llegada de los británicos, en el siglo XVIII, ostentó el poder político, económico, cultural y eclesiástico de la isla. Pasear por los callejones y las plazas de su núcleo histórico, nos permitirá conocer este pasado noble y popular, así como su encanto medieval. Hoy en día, con casi 30.000 habitantes, Ciutadella es una ciudad que ha sabido abrirse a los tiempos modernos, y que nos empuja a descubrir espacios como Ses Voltes, la Catedral, las plazas de Es Born y de Es Mercat, el castillo de Sant Nicolau o su animado y acogedor puerto.
Los imprescindibles
La historia y tradicionalismo de Ciutadella se respira en las calles y palacios que conforman su arquitectura señorial y religiosa. Un paseo por el casco antiguo os hará sentir como si fuerais aristócratas del s. XVIII!
La muralla que se alza sobre el puerto da forma a la ciudad desde la época medieval. Construida en el s. XVI, es un reducto arquitectónico que testimonia la historia de Ciutadella.
Disfrutad de cualquiera de los restaurantes de calidad de la ciudad. Gastronomía de lujo sin llegar a precios nobles. Smoix, Rels, s’Amarador, Cafè Balear… Os acabaréis el plato, pero no la oferta!
Ciutadella es conocida en todo el mundo por las fiestas de Sant Joan, una de les celebraciones del solsticio de verano más antiguas del Mediterráneo y una mina antropológica para los fanáticos de los protocolos costumbristas.
La elegancia de los ciudadelanos se nutre de sus comercios y tiendas. La calle de Ses Voltes, de Es Seminari y alrededores están llenas de tiendas refinadas para los entusiastas del buen gusto.
Ciutadella es la antigua capital de Menorca. Lo atestiguan sus palacios señoriales y el gran templo eclesiástico que preside el caso antiguo.