Faro de Punta Nati

El faro de Punta Nati, a solo seis kilómetros de Ciutadella, se alza sobre los acantilados del extremo nordoriental de Menorca. Con una altura de 42 metros sobre el nivel del mar, su haz de luz tiene un alcance nominal de 18 millas náuticas.

Es, junto con Cavalleria, uno de los lugares más populares para ver las puestas de sol, con la peculiaridad de que en los días claros se puede ver el perfil de la vecina Mallorca.

En verano, sin embargo, la experiencia puede llegar a ser decepcionante por la gran cantidad de gente que llega a concentrarse. Hay que tener en cuenta que se trata de un zona protegida y, por lo tanto, vulnerable, por lo que la presión humana y el tráfico rodado deberían ser factores a corregir en un futuro próximo.

La tragedia que motivó la construcción del faro

El faro de Punta Nati tiene su origen en un hecho trágico ocurrido el 9 de febrero de 1910: el naufragio del «Général Chanzy», uno de los vapores más modernos y cómodos de la Compagnie Générale Transatlantique.

Fue, sin lugar a dudas, una de las mayores tragedias marítimas del siglo XX. Los datos son estremecedores: 155 personas muertas, 24 cadáveres recuperados y un único superviviente, el pasajero Marcel Baudez. Entre los fallecidos había una delegación de artistas famosos, entre los que se encontraba el humorista Janiot, el cantante Francis Dufor y los acróbatas americanos Derenda & Green.

El accidente del «Général Chanzy» fue el detonante que llevó al Gobierno francés a exigir la construcción de un nuevo faro en la costa norte de Menorca, iluminada hasta la fecha solo por el de Cavalleria –el faro de Favàritx no se construiría hasta 1922. De hecho, no era la primera vez que se accidentaban barcos en la zona, conocida en Francia como «la costa de la muerte»; justo un mes antes se había hundido la goleta «Martial».

Ante la presión gala, el Gobierno español decidió construir el faro de Punta Nati. Proyectado por Mauro Serret, fue inaugurado el 1 de septiembre de 1913, solo 14 meses después de haber empezado las obras.

Un entorno natural y cultural único

Los paisajes culturales se definen como el resultado de la interacción en el tiempo de las personas y el medio natural, «obras conjuntas del hombre y la naturaleza» que, según señala la UNESCO, «ilustran la evolución de la sociedad humana, bajo la influencia de las limitaciones físicas y/o posibilidades de su medio ambiente natural y de las fuerzas sociales, económicas y culturales sucesivas, tanto internas como externas».

Punta Nati es un claro ejemplo de paisaje cultural y, según defienden desde la entidad Amics de Punta Nati, estaríamos ante «el paisaje cultural más emblemático de Menorca por la concentración y la calidad de elementos etnológicos y arqueológicos». Es un paisaje definido por la piedra: la que de forma natural da forma a estos terrenos áridos, estériles, tan diferentes a otros en la misma isla, y la que, moldeada por el hombre en forma de muros, barracas y ponts de bestiar, les da identidad. Es, dicen desde Amics de Punta Nati, «el ejemplo que identifica la esencia de la cultura propia de la isla».

Cómo llegar al faro de Punta Nati

El faro de Punta Nati se encuentra a solo 6 kilómetros de Ciutadella. Para llegar hasta allí, la forma más fácil es hacerlo desde la Ronda Nord (RC-1), carretera que nace en la Me-1. Avanzamos por esta ronda hasta llegar al camino que lleva a Punta Nati, perfectamente señalizado (Cf-5). Dejamos el coche en el aparcamiento y llegamos andando al faro en poco más de 10 minutos. La carretera está perfectamente habilitada para ciclistas y peatones.